El trabajo fuera de su hogar, ha sido en el último siglo la gran conquista de la Mujer, en dos generaciones ha cambiado tras muchos años de historia el mapa vital de nuestras abuelas.
El trabajo siempre enriquece y es muy saludable ya que permite a la Mujer, afirmar su autonomía personal, encontrándose mejor consigo misma y su entorno.La mujer trabajadora vá transitando así el verdadero camino de igualdad con los hombres, espacios que nos hemos ganado con mucho esfuerzo y lucha común.
La Mujer intenta adaptarse al Mundo Laboral, siendo este muchas veces fuente de malestar, al intentar compatibilizar la vida laboral con la vida familiar.
Este es hoy el gran desafío en nuestro país para las mujeres trabajadoras, hecho por el cual necesitamos reflexionar y accionar sobre las presiones externas, internas y psicológicas que actúan :
- Presiones externas: Las primeras presiones se producen porque si bien la Mujer se ha adaptado a la organización del trabajo, éste no se ha amoldado a las características de la mujer.
El permiso de maternidad es un paso más pero no es suficiente, la organización no coincide con la lógica femenina, por lo que no nos queda más remedio que seguir adaptándonos (por ahora) a un razonamiento masculino, que en ocasiones daña el nuestro y nos puede hacer sentir incómodas.
- Presiones internas y psicológicas: Estas presiones, guardan relación con la historia emocional de cada una y pueden llevarnos a asentirnos desvalorizadas o a no conseguir el trabajo que queremos.
Según el psicoanalista, Janine Drosseguet – Smiesgel, los factores socioculturales, influyen en las dificultades, para que la Mujer pueda hacer lo que realmente quiera, siempre teniendo en cuenta la culpabilidad inconsciente y reavivada por los elementos de la Realidad.
La culpabilidad se produce, porque pensamos que si salimos de lo que la sociedad nos tiene pautado, no cumplimos con lo que se espera de nuestra Feminidad.
….La crisis actual ha puesto en evidencia la falta de mujeres en los equipos de dirección de las mismas, la vulnerabilidad a la hora de elegir a una mujer o a un hombre para la misma tarea y por supuesto, la desigualdad a la hora de establecer el salario.
Mujeres en tiempo de crisis por Mertxe larrañaga sarriegui. |